lunes, 29 de diciembre de 2014

En año nuevo me hago vegano.

El tiempo no tiene límites, no tiene puertas. Esa es una cuestión humana. Nos empeñamos en cuantizar la realidad para poder medirla, para poder contarla. Para cada cosa elegimos un “cuanto”. Para la luz elegimos los fotones, para la masa y el peso elegimos los gramos (al menos en España) para la temperatura los grados celsius. En en realidad todo esto una una especie de mentira arbitraria que nos hace pensar que la realidad viene cuantizada de fábrica. Nada más lejos de la realidad. El tiempo es un continuo. A cada momento le sigue otro, y a ese otro, otro más. Los ciclos que elegimos tratan de tener una lógica, pero, por qué el día tiene veinticuatro horas?, quién fue el gracioso que eligió que un segundo sea la sexagésima parte de un minuto y un minuto la sexagésima parte de una hora? No era más fácil basarnos en un sistema decimal? Bueno, pues está es una convención, un acuerdo al que hemos llegado para poder entendernos. Y está muy bien, claro. Pero no creamos que realmente el uno de enero comienza un nuevo ciclo natural con poderes especiales que renuevan tu yo interno y lo capacitan para hacer las cosas de otro modo, porque no es así. El uno de enero es un día totalmente arbitrario, podríamos elegir cualquier otro.

Los días claves en la naturaleza son los solsticios, que cada año ocurren en una fecha y una hora diferente. Nuestro sistema, aunque es muy bueno, no es perfecto.

Cuantizar el tiempo resulta útil. Ahora que se acercan las campanadas del reloj de la puerta del sol y a cada paso las uvas se hacen más gordas, todos nos ponemos a pensar cómo vamos a comenzar el año. Qué cosas nuevas nos esperan, qué vamos a cambiar de nuestra vida. Es una reflexión sana, lógica, diría que bonita y útil. Pero no esperes un milagro. El tipo de pelo revuelto, gafas caídas, ojos marrones y cierta tendencia a la paranoia existencial que tragará la uva número doce será el mismo que un segundo después bese a sus amigos deseándoles un feliz  año. Nada habrá cambiado. Mismo pelo, mismas gafas, misma paranoia. 

Todos hacemos algún tipo de balance. Unas veces de forma intencionada, y así hay personas que escriben en un lado los aciertos del año y en otro los errores; y otras veces lo hacemos así como sin querer fijarnos mucho. Es inevitable capitular a algún nivel. Todo a nuestro alrededor nos precipita a ello. En la tele ponen resúmenes del año, en las web culturetas, o de críticas están con las listas de “los 10 mejores nosequé de 2.014”, incluso las series hacen episodios remezclando los mejores momentos cual DJ, y por supuesto el Facebook nos dice que este ha sido un año maravilloso y pretende mostrarnos unas cuantas fotos bonitas (shut up! please). Y mientras comemos turrones, mazapanes, cantamos villancicos y nos acordamos de nuestros amigos ausentes vamos haciendo cuentas. - Debería volver a clase de guitarra- (este fue mi pensamiento de ayer). -El año que viene voy a estudiar más-, - El año que viene voy a hacer más deporte- y aquí llegan los PROPOSITOS DE AÑO NUEVO.

El problema es que esperamos que el año nuevo nos llene de sabiduría. Que enero nos ilumine con una nueva capacidad que antes no teníamos. Queremos que el tipo que besa a sus amigos y brinda con los primeros compases del año no tenga las gafas caídas, el pelo revuelto y que no tenga en su mochila las mismas cargas que el que tomó la primera uva. Así de absurdos somos. Nos encomendamos al año nuevo, a fuerzas que no conocemos, esperando que nos transformen, que nos hagan mejores por el mero hecho de desearlo. Qué ilusos! 

La realidad es que el año ha pasado. No volverá. Las oportunidades perdidas quedan perdidas, las malas decisiones han quedado tomadas. Las malas palabras no volverán a nuestra boca. No podemos deshacer lo hecho. Somos seres esclavos del tiempo, y no hay forma de que nos escapemos. El nuevo año vendrá diferente, con sus afanes, con sus historias, con sus cosas buenas y malas. Cómo comportarnos ante ellas depende de nosotros. No esperes resultados diferentes si sigues haciendo las mismas cosas. Los propósitos están muy bien, pero son objetivos y necesitas un plan para concretarlos.


Hay multitud de blogs con consejos: “10 pasos para cumplir tus propósitos de año nuevo”; “Año nuevo vida nueva con estos consejos”. Todo es nada. Son tonterías que a todos se nos ocurren: Que sean objetivos concretos, posibles, medibles, relacionados con tu día a día, ten un plan para lograrlos… muy bien, muy bien. Gracias por nada. Que cansado estoy de los bloggers que subestiman a sus lectores. No caeré en ese error. Ese no es el objetivo del blog, ni soy yo la persona indicada para subestimar a nadie porque soy el más pequeño de mis hermanos. 

Sólo quiero animaros a que os toméis un poco más en serio este rollo de los propósitos. Atreverse a cambiar algo de nuestra vida, algo que no nos gusta, algo que vemos mejorable es una valentía poco común en estos tiempos. Enfrentarnos a la verdad y querer mejorar. Hay algo más honrado? Es una acto de autorespeto, de autoconocimiento, de querer prosperar en el plano físico y en el metafísico. Querer cambiar la realidad que nos rodea empezando por cambiarnos a nosotros mismos. Los propósitos de año nuevo me gustan porque por una vez los seres humanos buscamos cambiar las cosas cambiando nuestro interior y no echándole la culpa al vecino, a las circunstancias o a Dios. Nosotros, el colectivo humano, es el que hace la realidad tal como es. Sí. Así es. Toda esta miseria que nos rodea proviene de nosotros mismos, y la única esperanza para que cambie para mejor es primero cambiar nuestro interior, cambiar nuestro corazón. Pero a nadie le interesa hablar de esto. Ni siquiera en Navidad. No es cool explicar que algo no funciona en el mundo y que ese algo somos nosotros mismos.
Ya me he puesto trascendente. En fin.

Resumen: Haz un autoexamen, toma medidas y mójate. Ve al fondo del asunto y si es lo que quieres, cambia tu vida. Si lo logras será una cosa bien hecha.








Os dejo una canción de un buen amigo que, además de buen amigo, es un gran músico. Durante algún tiempo compartimos proyecto musical y después hemos trabajado juntos esporádicamente. Hace unos años sacó un disco y lo presentó con este sencillo que me viene tan al pelo.



Os deseo un feliz, próspero y mejor 2.015, lleno de cosas bien hechas, y de propósitos cumplidos.
Por mi parte en año nuevo me haré vegano.






jueves, 11 de diciembre de 2014

Una historia con diferentes capas de realidad.

Cansado de la inercia de la vida, de las malas noticias, de los sustos, del quehacer diario… necesito desconectar. Pensar en algo más elevado o en algo más trivial que el mundo que me rodea, algo que sobrepase mis circunstancias personales, finitas, ínfimas, puntiformes. Necesito soltar la mochila que llevo durante unas horas, sin intención de dejarlas abandonadas. Solo quiero coger algo de aire, respirar tranquilo, respirar profundo, recuperar fuerzas y volver al mundo.
¿Qué mejor que ir al cine?
Los universos paralelos, la teoría de los multiversos, la realidad múltiple, la realidad por capas, los agujeros negros y los agujeros de gusano, las nuevas realidades provocadas por los viajes en el tiempo, los mundos más allá o los mundos venideros. Todas ideas geniales harto desarrolladas por la ciencia ficción. 

¿Qué hay de especial en hablar de realidades que no vemos? Las multidimensiones, los seres que puedan vivir en otro plano de existencia, realidades más allá de lo que para nosotros es tangible. Hay algo atrayente en esa idea. Tal vez porque tenga algo de cierta.

Supongo que ya sabéis de qué voy a hablar. Se acaba de estrenar una película de uno de mis directores favoritos, que además transcurre en un futuro distópico, que además tiene un toque cowboy a lo FireFly, que además en la trama la teoría de la relatividad de Einstein y la curvatura del espacio-tiempo debida a la masa tiene un papel relevante. Además el protagonista es mi histriónico amigo Mathew McConaughey, hay naves espaciales y realidades alternativas, agujeros de gusano, agujeros negros, se ven los aros de saturno…. En fin , está claro que estoy hablando de Interestellar.

El Sr Nolan nos presenta un mundo en el que la tierra se ha vuelto contra la humanidad, las plagas han diezmado la comida y los campos son áridos hasta el punto en el que todo es polvo. Todos los recursos se gastan en los cultivos, ya no hay ejercito, ni desarrollo tecnológico (hay tecnología, pero no investigación) y el futuro de la humanidad en la tierra se ha vuelto incierto.

Es una película brillante y extraña. Una invitación a la reflexión sobre nuestra propia naturaleza, sobre la base del conocimiento humano, sobre lo que para nosotros es constante, pero puede no serlo. Nos invita a soñar con una realidad multidimensional, más allá de nuestras cuatro dimensiones. La película logra situarte en esos puntos de tu vida donde has vivido algo extraño, algo que se escapa a tu compresión. Una luz donde no debía haberla, unos pasos en un sitio vacío… destellos de una dimensión que no conocemos. Nolan siempre jugando con la idea de la percepción, de los mundos oníricos y de la limitación de la naturaleza en la que vivimos.
En Memento nos enseño que hay cosas que olvidamos porque queremos olvidarlas. Nos explicó que con tal de autosatisfacernos somos capaces de mentirnos, nos dijo que no tenemos más memoria que la que queremos tener. 




En Origen puso en duda el tejido de la realidad, ¿tienes tu Totem? Pues ya estas tardando. El juego de los sueños vívidos, la idea que nace en lo más profundo del subconsciente, que se arraiga y da frutos en otra capa de realidad. Por que al final, la realidad es una capa de realidad más, y tal vez seamos proyecciones de un ser superior que sueña y que un día se despertará.
¿Habéis visto Dooglebug? (puedes verlo aquí) Es el primer corte de este cineasta, dura tres minutos y está en YouTube. Aquí ya empieza a jugar las diferente capas de la realidad, con la percepción, con el miedo a lo desconocido. Tres minutos de desconcierto, de incomodidad. Tres minutos en los que le protagonista es plenamente consciente de que lo que ocurre no puede estar ocurriendo. Algo está mal, algo no encaja, y hay que tomar medidas drásticas para deshacerse del bicho imposible. Aunque esto tenga consecuencias terribles.
Me gusta cuando un artista reinterpreta las mismas ideas una y otra vez. Es una firma, un sello de identidad. Christofer nos muestra sus obsesiones, las limitaciones de la percepción, las capas de realidad, la obsesión de los escritores por la palabra escrita (eso se ve muy bien en Memento y también en Insomnio aunque aquí Nolan no contribuyó a la historia), los conflictos temporales, las historias no lineales, los personajes obsesivos… Es la misma historia de base, pero cada vez la cuenta mejor. Los mismos personajes pero cada vez más completos y complejos. Y una trama profunda que siempre termina por sorprenderme. Siempre es un placer dejarse llevar por su imaginación, acaba trasladándonos a lugares comunes, tantas veces recorridos, pero tan diferentes cada vez.
Interestellar tiene un tempo pausado, tanto que te invita a adelantarte a los acontecimientos. Todo el rato estás intuyendo qué va a ocurrir dentro de tres minutos, y eso crea en el espectador una tensión tremenda, y luego una sensación de autosatisfacción.
Una factura perfecta, unos efectos espectaculares, pero bueno… con 165 millones de presupuesto no me extraña demasiado. Una fotografía muy cuidada, una sensación de gravedad cero perfecta, y eso que Gravity había dejado el listón muy alto.

En definitiva, Interestellar es una película bien hecha, y vale la pena verla. Eso si, busca una buena sala, con buen sonido, con una gran pantalla y asientos cómodos. Compra un buen bol de palomitas si no quieres terminar mordiéndote los dedos y no bebas demasiado, no querrás perderte ni un minuto. Y antes de ir, léete la explicación de la teoría de la relatividad de Einstein tal como la explica el Dr. Hawking. Puedes comprar el libro aquí.
Una curiosidad más. Si ya has visto la peli, busca el cómic Absolute Zero guionizado por el propio Nolan y descubrirás la historia del Dr. Mann

jueves, 27 de noviembre de 2014

Algo de luz para el caballero oscuro.

Siempre he tenido cierta repulsa al futbol. Esa pasión desmedida, esa euforia efímera, esas reglas de juego arbitrarias… y no me refiero a las normas dentro del campo, si no a las que rigen a los aficionados. Desde que los comentaristas se pasan el día comentando a cómo se paga en nosequé casa de apuestas que el próximo gol sea de Messi, se me revuelven las entrañas aun más. Sheldon Cooper descubrió un nuevo elemento superpesado, y nosotros un nuevo nivel de chabacanería.

Nunca me han gustado las apuestas. Además de peligrosas son ridículas. (¿no es dais cuenta de que SIEMPRE GANA LA BANCA?????) Por eso no apuesto. Ni a las canicas. En la idea de apuesta siempre hay implícito un riesgo incontrolable. Puedo apostar por mí, por un proyecto o por un amigo, pero no por algo sobre lo que yo no tengo capacidad de decisión. Es una forma fácil de perder dinero.

Como decía - si es que a veces me pierdo- no me gustan las apuestas, y no voy a apostar por qué series de 2.014 van a renovar el año que viene. Pero hay una que está llamando mi atención.

Batman es un personaje manido hasta la saciedad y aunque la última trilogía fuese decente (sí, sí, decente, no os paséis, The Dark Knight es un espectáculo, pero la primera es bastante lenta y la última bastante mala) la realidad es que el personaje está bastante roto. Adam West hizo su parte, después mi querido Tim Burton hizo una magnífica primera película a la que siguieron una serie de catastroficas desdichas con George Clooney (y su extraño traje tan criticado), Jim Carrey, Arnold Schas..., Artnolt Schawsche…. buenoooo… Google ayuda!! Arnold Schwarzenegger ok, gracias. 

Las pelis de batman se volvieron ridículas, absurdas, casi un chiste y la cuidad Gótica se volvió inverosímil, desmedida, excesiva, imposible.

Sin embargo y a las puertas del Superman vs Batman (ay! Madre mia, los pelos como escarpias!) una luz se ha abierto en el universo Batman. Gotham es una Buena serie.

¿Por qué me gusta Gotham?
Por el punto de partida. La serie comienza con el asesinato de los Wayne y el momento en el que Jim Gordon regresa a la ciudad como detective (por fin una serie de Batman con un tinte detectives). Siempre se ha afrontado la etapa de Bruce desde la muerte de sus padres hasta la aparición de Batman como un flashback, esta vez tenemos toda una serie para desmenuzar el proceso.
Por los personajes. Casi todos viejos conocidos y presentes en el imaginario colectivo, pero unos cuantos años más jóvenes. Gordon es un detective novel que quiere comerse el mundo imbuido de moral y rectitud, Selina (catwoman) es una niña huérfana que se mete en líos, y Bruce es un niño pasando un duelo complicado. Todo esto salpicado de muchos guiños de futuros enemigos que hacen apariciones esporádicas como Harvey Dent, Hiedra venenosa, Enigma y algunos otros
Por el Pingüino. El señor Oswald Cobblepot requiere un análisis aparte. Nunca fue mi villano favorito, sin embargo la serie está muy centrada en él. Hasta el punto de que no estoy seguro de si el protagonista el Gordon o nuestro amigo Oswald. Es un personaje enigmático, despreciado por sus compañeros criminales, subestimado por los capos de la "cosa Nostra" de Gotham. Un probare mensajero víctima de todos y sin opciones de ascender. Pero es un hombre de mente ágil, de labio vivo que no tiene miedo de encararse con nadie. Posiblemente porque no tiene nada que perder. Se ve metido en un lío de doble espionaje, trabajando para todos los señores del crimen de Gotham y para ninguno, y poco a poco haciendose un nombre y logrando chantajear a otros para que trabajen para él. Le perdonan la vida, y regresa de entre los muertos en el momento idóneo cual Gollum, para cumplir su destino, quemarse vivo y acabar siendo clave en la historia. Sin duda es el personaje más atrayente de la serie, con un actor sublime encarnando una triste historia. Cobblepot te da grima, luego asco, luego pena, luego te repele, luego sientes cierta ternura... parece un personaje de Almodovar.

Los actores. El nivel es alto, pero diría que Jada Pinkett Smith está fantástica en su papel de villana de segunda, una señora del crimen que vive bajo el control de un capo, al que odio y contra el que dispone complicado tablero para derrocarle. Y luego está el genial Robin Lord Taylor haciendo de el Pingüino del que ya he hablado antes.
Gotham. La ciudad gótica es lo que tiene que ser, una ciudad gótica pero actual, posible, realista, no esa maqueta gigante imposible de las batpelis más cutres. Gotham es una mezcla entre Nueva York y Londres, con sus nieblas, sus rascaciones, su smog y sus tiroteos. Encuadres llenos de luz, de colores, exteriores bien escogidos o recreados, nos dejan ver una Gotham grande y compleja, con diferentes suburbios y una trama política por hacerse con el control de los diferentes barios.
Las luces y los colores, el acabado final. Cada vez las series dan más importancia al acabo final. En True Detective podemos ver un producto perfectamente producido. En este caso destaca el juego de las sombras, muchas escenas son sombrías, con atmósferas azuladas o verdosas. Escenas realmente hermosas, con luces indirectas, colores sepia y lluvia. Una fotografía digna de una película hollywoodiense.
La trama. Un complicado nudo de jefes mafiosos y un Cobblepot que intenta escalar posiciones a cualquier cosa; Gordon metido el lios por no aceptar
sobornos e ir encontra de la corrución generalizada y un misterio de base: el asesinato de los Wayne ¿casualidad o acto deliberado por las mafias para ganar poder? En general la serie tiene un buen tono, acción, buenos diálogos, pero en cuanto Oswald aparece en pantalla te quedas hipnotizado.
El pingüino es la clave. De todos los enemigos de Batman es posiblemente el que menos me gustaba. Pero eso ha cambiado. Cuando Oswald Cobblepot aparece en escena es momento de no pestañear. Todo lo que dice por esa pequeña boca desagradable es puro oro, cada gesto, cada frase, cada intención.

En cualquier caso no pondría la mano por decir si tendremos una segunda temporada, espero que sí, pero tal como están las cosas y especialmente siendo una serie de FOX (recuerdas el escándalo con FireFly), ya no me atrevo a decir nada.


Gotham es una batserie bien hecha. Deja en ridículo al otro superheroe que ha reaparecido en nuestras pantallas, Flash, y también está muy por encima de Arrow en calidad. Otra cosa es que pueda resultar más aburrida o tener demasiadas aspiraciones. Si te gusta el universo Batman, te gustará. 




Ya sabes, siempre a la misma bat-hora en el mismo bat-canal.

martes, 25 de noviembre de 2014

Aunque el frio queme, aunque el miedo muerda.

Haz de tus sueños algo concreto.

Muchas veces hablamos de “los sueños” como de algo idílico e inalcanzable. -Esas metas imposibles que nos ponemos.- Los sueños son locuras permanentes en nuestras mentes que ni siquiera tratamos ya de alcanzar, porque son eso, SUEÑOS. Así el día de hoy termina, y mañana comienza otro igual (tal vez peor, tal vez mañana sea lunes), y ese sueño sigue igual de lejos.

Hace tiempo investigué bastante sobre el sistema GTD, Getting things done. Si tienes una agenda cargada y un problema de gestión del tiempo, te recomiendo el blog ThickWasabi y por supuesto la guía rápida y los libros de David Allen. Muchas cosas interesantes en este sistema que nunca he terminado de implantar. Una de las cosas que David Allen propone es plantearte los proyectos como una serie de acciones concretas, de “cosas que hay que hacer”. Pequeños pasos hacia el objetivo final. Centrarse primero en el objetivo y luego hacer la pregunta clave ¿Cuál es la siguiente acción para que el proyecto avance? Al final todo se reduce a eso, acciones sencillas, unitarias, concretas que llevan poco tiempo. Para avanzar en el libro que coordinas necesitas mandar un email a los colaboradores para motivarles y pedirles celeridad... 3 minutos; para planear las vacaciones del año que viene lo primero será saber cuándo las vas a tener, para eso necesitas un calendario laboral y pedirle a tu jefe las posibles fechas... otro email y otros 3 minutos. Cualquier proyecto puede dividirse en un montón de tareas concretas, cortas, simples, la clave para avanzar es tener definida siempre la "próxima acción".

Piensa en un proyecto que tienes en marcha, por ejemplo buscar un buen regalo de navidad para tu prima. Si planteas eso como un proyecto el objetivo podría ser: comprar un regalo que le guste a un precio determinado. Ok, perfecto. Ya tenemos proyecto y objetivo. ¿Qué podemos hacer? Navegar sin rumbo por Internet esperando que Google nos sorprenda, googlea “regalo guay para prima por 50 euros” no creo que te ayude mucho. Ir a un centro comercial y vagar sin rumbo entre expositores, subiendo, bajando, perdiendo un valioso tiempo que podrías invertir en ir a ver Interestelar del señor Nolan, o cualquier otra cosa te guste y te apetezca… Pregúntante ¿Cuál es el siguiente paso para que el proyecto avance? ¿Cuál es la acción que debo llevar a cabo para estar más cerca de mi objetivo?... ¿qué te parece “Descubrir qué le gusta a tu prima”? Pues a lo mejor, en vez de esperar a la casualidad, o dejar que el tiempo pase y el tema empiece a pesar en tu cabeza y a ocupar espacio es mejor entrar en su cuenta de Facebook o twiter, echar un vistazo y apuntar en un papel “cosas que le gustan a mi prima”: los perros, los viajes, los zapatos, los iPhones, Podemos, sus hijos, los spa, el cine de aventuras, la fotografía, la música… yoqueséquequéseyo. Seguro que en 10 minutos encuentras mogollón de cosas. Puedes comprarle un collar genial para su perro, una guía de los mejores viajes de menos de 3 días, una miniatura de unos Manolo Blanic, una carcasa guay para proteger su iPhone, una foto firmada de Pablo Iglesias, una foto en un marco de sus hijos el día que fuisteis a la playa, un pase para una sesión de spa, un bono para ir al cine con su marido, un curso de 10 horas de fotografía, el último disco de Pink Floyd…. Ya ves, un montón de ideas de regalos con una gracia, o al menos que se acercan a su gusto. ¿cómo lo haces? Simplemente planteándote la próxima acción que te acerque a la consecución de un objetivo que puede parecerse lejano, difícil, o que esté poco definido.

Walt Disney dijo: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana.” Y yo añado: “y si no lo es, cámbialo”.

Con los sueños ocurre esto. No son objetivos, y no planificamos sobre ellos. Si lo hiciésemos, si actuásemos pensando cuál es la acción que puedo llevar a cabo que me acerca a donde quiero llegar, tal vez viviríamos más emocionados por lo que el futuro puede ofrecernos, más motivados y más alegres. Nos centraríamos en los pasos dados y solo veríamos el paso siguiente, en vez de agobiarnos por un objetivo, una tarea tan grande que parece imposible. Por supuesto no estoy diciendo que podamos con todo lo que nos propongamos, o que no debemos tener sueños, pero estoy seguro de que podemos
llegar más lejos de lo que pensamos si solo nos centramos en cuál es el siguiente paso que me permitirá estar más cerca de mi objetivo.

Hay espacio para los sueños. Yo tengo uno que a lo mejor compartes, ser una megaestrella del rock. Tengo 31 años y después de muchos conciertos, muchas horas de escenario, después de cantar afónico, de tener lesiones en las muñecas por culpa de las baquetas, después de que me hayan dolido los dedos por las cuerdas de la guitarra… después de tocar en un local vacío, en otro al aire libre, en un camping, y ante mil personas, sé que no lo voy a lograr. El siguiente paso hacia el éxito es tan costoso que no lo voy a dar, además no hay garantía. Eso se quedará en mi propio espacio onírico. Pero hay muchas otras cosas que si puedo lograr.

Tener sueños es una cosa bien hecha, pero… ¿quieres conseguirlos? Pregúntate cuál es la próxima acción concreta que puedes hacer.


jueves, 9 de octubre de 2014

Por eso tanto silencio, por eso tanto vacío.

Me niego a aceptar que no hay cosas hermosas en el mundo. Si que las hay. Las veo, las reconozco, trato de disfrutarlas. Pero, sinceramente, estos días de tristeza no me apetece escribir sobre ellas. 

Por eso tanto silencio, por eso tanto vacío.

Tengo en la recámara hablar de mi hijo, de sus cosas; hablar de mi banda, a la que echo de menos; hablar de mis perros, de los fines de semana de aventuras; hablar de los amigos de la infancia, de los amigos de siempre y de los amigos adultos. Hablar de LUCI y de su omnipresencia; de SuperLopez y su caspa; del fenómeno iPhone y como se puede cambiar el mundo desde un garaje. Hablar de Chester y el hermano mayor y Sabina... Hablar de la revolución de internet, de la que solo vemos los primeros pasos; de Ensayo sobre la ceguera y los abrazos a los árboles. Hablar de los proyectos con otras personas y sus claroscuros; hablar de mi guitarra y mis pedales. Tengo medio escritas cuatro entradas, pero la verdad es que de un tiempo a esta parte no me apetece terminarlas.

Los cobardes campan a sus anchas, y una generación aferrada al poder domina el mundo. Una generación de hipócritas imbéciles e ignorantes. Y esto no es una cosa bien hecha. Las noticias, los desvergonzados, la inercia ilógica que mueve el mundo, la sensación de irrealidad, la morriña constante, la falta de apego, la brutalidad poética, todo eso me quita la respiración.

Nos veremos cuando coja aliento.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Rock emocional.

Corría el año dos mil seis y… siempre quise empezar así alguna historia… el caso es que en una ocasión en el dos mil seis entré en una cafetería a tomarme una Cocacola. Cosa bastante habitual. Me senté y quedé prendado de la canción que sonaba. Me giré para ver si estaban echando el videoclip. No recuerdo dónde estaba, ni si estaba solo, pero recuerdo la sensación perfectamente - quién está sonando?, quién está sonando?-. El caso es que sí, estaban pasando el videoclip. Entonces esto era habitual, ahora en las cafeterías tienen encendida la tele en un canal de música, pero sin volumen, y ponen la radio… ver para creer.

Escuché la canción. Potente, intensa, emocionante, con una voz desgarrada, unas guitarras atípicas, un ritmo de batería poco convencional… Me quedé esperando a que pusieran quién era el autor, con la mítica leyenda que aparece al final, pero a veces tienen la manía de no dar esa información. Jobá macho!! ¡Qué les cuesta! En lugar de eso saltó un anuncio y la canción se perdió. Qué rabia. Hasta la Cocacola no me supo tan bien como siempre.

Decepcionado y cabizbajo, triste y desamparado me fui a mi casa sabiendo que por ahí, en algún sitio, alguien hacia música en castellano que no era pop cutre, ni tenía ese rollo Indie (que no tengo nada contra lo indie, eh?). En algún sitio hay unos tipos haciendo un pop rock actual, dinámico, diferente, rítmico, intenso… y yo no se quiénes son.

En casa busqué en el ordenador, navegué por internet, pero buscar sin saber lo que uno busca no es nada fácil. “Canción guay que escuché hoy”  Google no tenia respuestas esta vez. Y por mucho que me esforzaba no era capaz de recordar nada de la letra. Me cansé, no saqué nada en claro e intente olvidar el tema.

No se cuanto tiempo pasó, pero un tiempo después volví a escuchar aquella canción en la radio. Ya estaba empezada, una guitarra distorsionada, con delay, guarrosa, de esas que me gustan, con un sonido Britanico (años después descubrí que Pachi es aficionado a los VOX AC30). Una melodía pegadiza, una voz desgarrada. Guau!! qué bien!! esta vez sí. Sí pero NO. El locutor de radio NO DIJO QUIEN ERA EL ARTISTA! Pero que mala manía!!
“Sigo aquí. ¿No ves que ya no me hace falta ver la vida con tus ojos? Sigo aquí ¿No ves?, Sigo aquí.”

Esta vez debía estar yo más espabilado, porque me quedé con la letra del estribillo. Así que al llegar a casa fui a ver si Google me sacaba del lío. Claro que sí. Era un tal Alis, Pachi para los amigos. Un tipo que ya había hecho algún pinito en esto de la música con un proyecto anterior llamado “Alis dee” y que aquí os dejo una canción. Y ahora, después de ejercer de productor e ingeniero de sonido durante unos años, sacaba un nuevo proyecto. 

Me hice enseguida con el disco y se convirtió rápidamente en uno de mis discos favoritos, uno de mis discos de cabecera. Si hay que poner etiquetas diría que es un disco de rock emocional. Alis consigue crear atmósferas envolventes que te llevan a otro lugar, uno lejano donde la realidad es otra, tal vez mejor, tal vez peor. Donde tus sensaciones parece irreales. Rock emocional. 

El disco arranca con el primer Single. Sigo aquí. Toda una declaración de intenciones. Una canción intensa, viva, emocionante, en la que el autor se autoafirma: “Sigo aquí después de haber tocado fondo. Ya he quitado mis escombros. Sigo aquí, ¿No ves?” Los singles, y las primeras canciones de los discos de presentación suelen ser eso, presentaciones. Una muestra de lo que nos vamos a encontrar más adelante. Y en este caso eso es. Sigo aquí es uno de los temas más completos del disco. Una atmósfera envolvente, creada con guitarras muy brit, lejanas, con delays y una saturación escasa. Una canción desgarrada que invita a evitar el autocompadecimiento. Aquí estoy yo. Lo pasado pasado está, da igual si no entiendo el pasado, yo sigo aquí después de todo, y voy a por todas.
Continuamos con una canción donde manda acústica. “Para no ir detrás”. “Dime dónde vas para no ir detrás”. El autor sigue planeando por el mismo sitio. Ya está de pié, ya ha gritado a los que le vieron caer que no han acabado con él. Y ahora exige espacio, independencia. Se declara libre.

88. Es una breve autobiografía, tal vez un recuerdo hacia el tiempo en el que empezó a meterse en el mundo de la música. Los recuerdos que te marcan, las canciones que se meten debajo de la piel, las vivencias en esa etapa de la vida en la que todo te influye y define quién eres, quién vas a ser. Alis piensa en esa etapa con añoranza. “¿Dónde están las noches sin dormir? ¿los días han quedado olvidados, y los lunes tan odiados?, dime, ¿dónde están las tardes sin salir? Detrás de la venta ahí sentados, mirando como llueve en los tejados.” En el estribillo está´acompañado de un montón de gente, y de pronto una canción normal se convierte en un himno. Por cierto, esta canción tiene un espíritu Beatles en los primeros acordes. Dudo mucho que sea casualidad.


No me sueltes. ¿He dicho rock emocional? Sí, lo he dicho. Esta canción es más rápida y a la vez más íntima. En ella el autor de expone, muestra su miedo y su dependencia. Os dejo un video en directo con el maestro Leiva.“Sigueme por el camino de la piel, y arráncame de cuajo el corazón. Que todos los colores que te dije ayer han coloreado el camino a recorrer. Y no dejan de crecer en mi mente los fantasmas y marañas de mala muerte. Déjame crecer a tu lado estaré bien, no me sueltes. Déjame creer en que todo saldrá bien. No me sueltes. No me sueltes.” Después de varias canciones de fuerza nos encontramos con una diferente. Aquí Alis nos muestra su necesidad de contacto. Las relaciones evitan los fantasmas del pasado, necesitamos rodearnos de un entorno de seguridad, y aunque necesitamos nuestro espacio para descubrir quienes somos, al final, necesitamos una red de seguridad.

Decidiste Tú. Supongo que no todos los discos pueden entenderse como un todo, con un sentido general. A veces los discos son historias cortas con poca relación entre ellas. Sin embargo cuando el artista habla en primera persona, cuando se identifica con las canciones tan íntimamente tiene que haber algo común a todas. Este disco habla todo el tiempo de un evento pasado. No se si ese suceso es el mismo en todas las canciones, tal vez no. Pero si lo es, esta es la canción que lo explica. "Después de tanto tiempo malgastado nada va a ser como antes. Decidiste Tú y yo lo he complicado. Te marchaste.”  Veámoslo de nuevo. Primero: Sigo aquí, me he levantado cual ave fénix. Segundo: Dime donde vas, para no ir detrás, porque ya no te necesito. Tercero: Recuerdo aquella etapa de experiencias, posiblemente antes de de conocerte. Cuarto: Aún sigo necesitándote. Quinto: Te marchaste y yo lo compliqué. ¿Soy yo o hoy una linea argumental?

Los discos son como las películas, no está bien destripar el final, y no lo voy a hacer. Os dejo algo de trabajo. Hay muchísimo material sobre Alis en internet, videoclips, entrevistas, conciertos... hace poco, con motivo del día de la música online el propio Pachi colgó un concierto completo grabado en un estudio y está disponible en youtube. Os dejo el enlace. Alis busca excusas para elevarnos, para jugar con nuestras emociones, para que sintamos cosas nuevas y con más intensidad y seguirá ese camino, le lleve donde le lleve. 

Este es uno de esos discos que cuando los oigo tengo ganas de volver a los escenarios, a divertirme, a hacer algo creativo, a seguir investigando un poco más. Al final esos son los discos buenos, los que te cambian, los que te mueven, los que provocan algo en tu interior, los que puedes sentir. 

Sin ninguna duda el primer disco de Alis es un disco bien hecho. Os invito a disfrutarlo con calma, dejandoos llevar, haciendo propias sus palabras y paladeando cada riff. Y después podéis seguir por Mínimo, el segundo álbum, todavía mejor que el primero...


... de nada.




miércoles, 16 de julio de 2014

"hay impío que por su maldad alarga sus días"

Todo lo he visto en los días de mi vanidad. Justo hay que perece por su justicia, y hay impío que por su maldad alarga sus días.
Eclesiastes 7:15

Cuando me decidí a escribir este blog me propuse dos cosas:
No postées si no encuentras algo que te motive. No quiero desvirtuar el blog forzándome a escribir si no me siento inspirado. Además fallarle al blog es fallarme a mi, por tanto fallarle una persona que me importa mucho.
Aprovecha para revisitar lugares que ya has recorrido, y busca nuevas sendas. En mi vida he visto muchas cosas bien hechas, pero antes de hablar de ellas quiero revisitarlas, es decir, tengo pendiente un post sobre El Señor de los Anillos, pero hasta que no encuentre tiempo para volver a verla, no pienso hablar de ella. Y por otro lado, que mejor excusa para descubrir nueva música, libros, series, o lo que sea!
Pues bien, hoy toca hablar de una película que vi hace muchos años, cuando alquilaba una todos los viernes. No recuerdo si la vi solo, o si mis habituales compañeros de cineforum (Alan y Dani). Gattaca es una película 1.997. Por aquel entonces el proyecto Genoma humano estaba en marcha, pero no se publicaría hasta 2.003, de manera que esta película adelantaba acontecimientos e iba preparando la opinión pública para lo que vendría. Gattaca es una película un tanto pretenciosa, pero es posible que ese sea su único error. Si nos olvidamos de lo que pretende ser para centrarnos en lo que realmente es descubrimos una serie de matices fantásticos.
Si os apetece ver una película bien hecha que transcurre en un futuro distópico (lo cualo? si quieres saber lo que es un futuro distópico lee la nota que algo al final del post) os recomiendo que la veáis antes de seguir leyendo. Eso sí, luego volvéis y termináis de leer.

Os pongo en tesitura. Un futuro cercano en el la tecnología nos ha llevado a tener hijos genéticamente seleccionados para evitar enfermedades congénitas y potenciar todas las virtudes posibles. Es decir, los padres eligen las características de sus hijos casi a la carta. En esta sociedad también nacen niños “degenerados” es decir, que no hay pasado por un proceso de higiene genética. Estos no tienen mucho que hacer frente a los otros y terminan haciendo los peores trabajos, y son condenados a ser clase baja. Para rizar el rizo se ha desarrollado una tecnología que permite, con una gota de sangre, analizar el mapa genético de las personas y detectar un degenerado rápidamente, calcular su esperanza de vida, ver las posibilidades de que padezcan enfermedades graves, etc. Nuestro protagonista, un Ethan Hawke fantástico, es un degenerado que se propone suplantar a un hombre genéticamente seleccionado, con la mala suerte de que tiene una esperanza de vida de 30 años… con lo cual nadie está dispuesto a contratarle, o a apostar por él.
¿Por qué me gusta?
La banda sonora. Si no te fijas ni te das cuenta, sin embargo es fantástica. Al investigar un poco descubrí que el autor es Michael Nyman, autor de la banda sonora de El piano, nada menos!
Los actores: Ethan Hawke en posiblemente su mejor papel; Jude Law, un hombre genéticamente seleccionado que ha sufrido un accidente y vive postrado en una silla de ruedas; y Uma Thurman. Los dos primeros eran casi desconocidos en aquel momento. El trabajo que hacen es fantástico.
El manejo de la luz y el color. Es una película más bien oscura, como su trama. Pero algunos personajes tienen una silueta oscura a su alrededor, por ejemplo el hombre que presenta a Gerome y Vincent. Un personaje que marca totalmente la historia aunque sale muy pocos minutos. Cuando aparece hay tan poca luz que parece que estas viendo una película en blanco y negro. Hay también unas cuantas escenas azules, otras secuencias completas en sepia, otras verdes. No lo he leído por ninguna parte que imagino al director pensando en colores en las escenas. Es visualmente una película preciosa sin caer en el efectismo.
El personaje principal. Vincent es un personaje convincente. Un soñador que ha vivido toda su vida limitado por lo que los demás piensan de él. Tal vez como tu. Tal vez como yo. Limitado por dónde ha nacido, quiénes son sus padres, o qué altura tiene o si tiene o no miopía. Vincent  aparece en la primera escena limpiándose, eliminando células muertas de su piel como quien pretende desprenderse de si mismo, como quien intenta cambiar de piel o ponerse una careta cada mañana. Y esto no está tan lejos de la realidad. Vincent no cree en sus limitaciones, lucha contra toda una sociedad en busca de una vida mejor. Hay un momento muy bonito, cuando se da cuenta de lo que puede hacer. Es como un despertar, como el nacimiento de un nuevo futuro, de una nueva ilusión. Este evento determina el resto de la vida de Vincent.
Gerome. El personaje secundario es un perdedor, habiendo sido un niño genéticamente perfecto, alto, rubio, de ojos azules, atlético, inteligente, todo todas las oportunidades que la sociedad le brindaba… se ve arruinado, obligado a vender su identidad y vivir pegado a una botella de alguna bebida alcohólica. Por momentos odia a Vincent porque le humilla que un degenerado tome su nombre, pero por otro lado le admira, por su determinación, por su fuerza de voluntad, por su valentía.
Hay un juego mental constante. La dualidad de un hombre capaz de engañar a todo el mundo, incluso a la mujer que ama para lograr una meta imposible. Posiblemente capaz de matar (clave del asusto es que hay un asesinato y Vincent es a los ojos del espectador el posible asesino), capad de cualquier cosas por llegar a sus objetivos. Pero por otro ves una sociedad injusta contra la que vale la pena luchar y tal vez engañando, robando y asesinando sea la única opción posible. O te pones de parte de una sociedad injusta o de parte de un personaje maquiavélico
Una película de frases. El personaje más interesante y el más inteligente es Gerome. Este deja caer muchísimas perlas. Frases elocuentes que te dejan parado un ratito. No solo las dice él, pero en la voz e Jude todo es posible. Es evidentemente el más dotado de los personajes y el destino truncó su físico, pero no su inteligencia. Aunque está sorprendido por lo que Vincent es capaz de hacer, y aunque está metido en muchos problemas, su mente sigue haciendo las evaluaciones más correctas de cada circunstancia.
En cualquier caso, Gattaca es una película de culto, bien hecha, que cualquier seguidor de la ciencia ficción disfrutará. 


Nota: Los futuros distópicos. Lo habéis visto un millón de veces. Los futuros distópicos son lo opuesto a futuros utópicos. Casi siempre cuando se usa ese término nos referimos a un futuro en el que, partiendo de la realidad actual, ocurre un evento que trastorna la sociedad. Para que sea más interesante ese evento suele estar relacionado con algo que está ocurriendo ahora mismo. Por ejemplo, WaterWorld es un futuro distópico en el que el calentamiento global ha llevado a subir el nivel del mar muchos metros; 2.001 Odisea en el espacio es un futuro distópico en el que Hall cobra vida. Hay muchos ejemplos más, 1.984 de Orwel, o Un mundo feliz, son historias que ocurren en futuros distópicos (por ciento, dos grandísimos libros, que se leen fácil y valen mucho la pena). El arco argumental de Trunks en Dragon Ball cuando regresa del futuro, o La patrulla X, los días del futuro pasado son ejemplos de cómics con futuros distópicos. La película Her, en la que un hombre se enamora de su sistema operativo, La impresionante serie Black Mirror de la que no pienso hablar pero que debéis ver. Si me descuido hasta el anuncio de Neutrex Oxigeno Activo también es nos presenta un futuro distópico.  Siempre son interesantes, siempre sorprendentes, para mi las historias que ocurren en futuros distópicos siempre tienen atractivo.

viernes, 4 de julio de 2014

Un hombrecillo no puede volar por el espacio solo con una camisa con alas.

Un hombrecillo no puede volar por el espacio solo con una camisa con alas.

Los cuentos. Pequeñas ventanas hacia la mente de los niños que nos permiten ver un momento con sus ojos. Relatos cortos y coloridos que nos hacen sentirnos pequeños de nuevo. Me hacen darme cuenta de que veo el mundo a través de un cristal que yo mismo he construido, con unos prejuicios, con unas ideas preconcebidas. Pero los niños pueden ver más allá de ese cristal.

Cuantos más cuentos leo más me apasionan.

Tengo dos cuentos favoritos. El primero es La aventuraformidable del hombrecillo indomable, de Hanx Traxler, editado por Anaya. Una oda al surrealismo con forma de cuento infantil. Un libro corto, en verso y con unas fantásticas ilustraciones. Mágicas aventuras y geniales imágenes mentales pueblan sus hojas, como la de un hombre transportado de un país a otro por una bandada de gallinas que tienen que hacer un alto en el camino. Se nota que es un cuento clásico, las ilustraciones parecen hechas a lápiz y pintadas con más lápices de colores. Y eso le da un toque vintage. Me lo sé de memoria. De cabo a rabo. Y lo recito cual Canción del Pirata de José de Espronceda en cuanto tengo ocasión. La gente me mira… porque como buen poema surrealista sin las ilustraciones no tiene ningún sentido. Aunque.. ahora que lo pienso... con las ilustraciones tampoco lo tiene. Pero me da igual. Ningún libro del mundo nos presenta un viaje más loco y rápido y tiene tantas aventuras en menos palabras. El protagonista recorre por lo menos desde China hasta Europa, y termina en la luna. Sin escafandra ni traje de astronauta ni nada. En los cuentos esas cosas no hacen falta. Lo estropearían. Los mayores necesitamos que todo tenga coherencia –Ah! El hombrecillo no puede volar por el espacio solo con una camisa con alas. –Y eso quién lo dijo? Un tipo muy aburrido, seguro. Pues este hombrecillo valiente, sin pena, gloria ni nombre, sí que puede. Es más, lo hace cada noche, cuando le recito el cuento a mi hijo.





El otro cuento es “Moncho e a mancha” de Kiko Dasilva (en el link os dejo su Blog), editado por Kalandraka. A mí me gusta más en gallego aunque también está editado en castellano. Es un libro encantador que aproxima a los niños al mundo del arte (niños y no tan niños) y les anima a acercase a sin prejuicios, sin límites, dejando volar su imaginación. Moncho pintaba todo lo que se ponía a su paso, la cama, el mantel… un día hasta pintó a su abuelo! -Pero cómo que pintó a su abuelo? - Pues pintándolo! es un cuento infantil, Moncho puede pintar en cualquier sitio. Ay! Siempre el mayor con sus paranoias. -En una ocasión, después de estar dedicado a su arte, descubrió una preciosa mancha negra sobre un papel blanco. Entonces Moncho decide ir a buscar qué representa esa mancha, pero nadie se atreve a resolver el misterio hasta el final.

La edición en gallego viene con las tapas duras, a todo color y con unas imágenes preciosas. Os dejo algún ejemplo. Las ilustraciones están hechas como una escultura cerámica y de cemento policromado. Se percibe la tridimensionalidad y esto de la un toque de realismo. Ya os digo que yo no soy un gran conocerdor de los cuentos infantiles, pero esta técnica me parece preciosa.

Sin embargo, y sin desmerecer la parte artística que es sublime, lo que más me gusta del cuento es que resulta inspirador. Inspira ver como una simple mancha en una hoja de papel lleva a Moncho a investigar sobre su propia obra, en realidad escava en su propio interior y de esa forma invita a los niños a hacer lo mismo. Investigar, soñar, viajar, descubrirse a uno mismo. Al final el viaje de Moncho es un viaje de autoconocimiento, de autoafirmación, un viaje que todas las personas deben hacer. Mejor hacerlo con libertad, como un divertimento, tal cual lo hace Moncho, que cargados de  complejos y de prejuicios contra nosotros mismos que es como terminamos haciéndolo. Puede que sea el viaje interno, de alguna manera hacia la madurez, aunque Moncho siga siendo un niño, menos traumático que he visto, leído, escuchado o vivido alguna vez. Al final Moncho no cede, simplemente descubre quién es y ese descubrimiento cambiará el resto de su vida.

La aventura formidable del hombrecillo indomable y Moncho e a mancha son cosas bien hechas. Estoy seguro de que en este mundo de cuentos que estoy a punto de descubrir encontraré muchos más. 



PD1. Hans Traxler es un ilustrador alemán que nació en 1929. Escribió varios libros infantiles, pero el de más trascendencia es La aventura formidable del hombrecillo indomable.

PD2. Kiko Dasilva, nació en 1979 y se licenció en Bellas Artes. En este libro nos acerca al trasfondo del arte modermo de una forma sencilla, pero convincente, clara, concisa. Es un humorista gráfico gallego director y creador de revistas de “banda deseñada” como Retranca y BdBanda.

martes, 1 de julio de 2014

Déjate llevar.

Hace poco paseaba por Pontevedra y me encontré con unos buenos amigos de mis padres (y padres de buenos amigos míos). Tuvimos una conversación que me dejó pensando. Después de saludarnos amigablemente y descubrir que “todos estábamos bien” me preguntaron –¿vives aquí?, ¿en Pontevedra? –ojala. Contesté ojalá. Rápidamente cambié la respuesta, - bueno, yo me crié aquí. Le tengo cariño a Pontevedra y venía pensando en lo bonita que está. Estoy muy bien donde estoy.

Supongo que los sitios donde viviste de pequeño se te quedan grabados en la mente. Sobre todo si fuiste feliz. ¡Hay tantos buenos recuerdos escondidos en las calles de Pontevedra! Me fui de allí con 16 años, y la verdad es que me fui contento. Me mudé más cerca de mis amigos, más cerca de mis aficiones y más cerca de la playa. No me costó nada dejar tres lustros de urbanidad para irme a vivir al pueblo. Nada de nada. Pero eso lo quiere decir que mantenga una relación estrecha con la ciudad que me vio crecer.

En Pontevedra hay un lugar excepcional. Una especie de santuario de ambiente oscuro y cargado, lleno de gente hablando bajito. Un respeto reverencial hacia el arte contenido en aquel lugar lo envuelve todo. Al menos así es como yo lo recuerdo.

En aquel lugar hasta el más extraño era aceptado como uno más. De alguna forma todos los que estaban allí eran proscritos, bichos raros, gente extraña que hablaba de otros mundos, de otras lenguas. Un vínculo, un acuerdo que nadie se atrevía a verbalizar empapaba el santuario, un pacto de respeto y armonía. Difícilmente podías encontrarte con alguno de estos seres en las calles y mucho menos en los parques, o en las canchas de fútbol. Sus aficiones eran otras, sus intereses mucho más elevados. Barba, pelo largo, gafas y unos cuantos dados en el bolsillo en honor a Gary Gygax eran las señas de identidad. Móviles sonando con un mitiquísimo Re Mi Do Do Sol, Nokias 3210 intentando reproducir la Marcha Imperial. Roleros, otakus, fieles de Marvel o seguidores de DC Cómics; Warhamer gamers, aficionados a la fantasía y a la ciencia ficción, trekies y seguidores de Dragón Ball. Paz era un lugar de descanso para mentes inquietas.

Ahora es muy fácil ser un poco freak. Ya está asumido, ser freak es de lo más mainstream. Pero hace 15 años la historia era diferente.

La semana pasada pasé por Pontevedra. No pude resistirme, entré en la librería Paz. Estaba cambiada, era más luminosa, no sé. Más amplia. Las estanterías de los cómics estaban dispuestas de una forma diferente. Tal vez más lógica. Había poca gente dentro, y hablaban sin respetar aquel silencio que recordaba. Había mujeres dentro de la librería, eso nunca pasaba entonces. Entré hasta el fondo, donde podías revolver en los cómics, y aquellas mesas con separadores de cartón seguían allí. No me atreví a preguntar si les quedaba algún Dragon Fall, o si Neko seguía existiendo. Fui a la zona de fantasía y allí seguían las versiones de El señor de los Anillos ilustradas por Alan Lee, El Hobbit anotado y por supuestos todos los libros de Úrsula K Le Guin, los de Martin (no solo Canción de hielo y fuego), los de Terry… a la derecha ví un pequeño resto de productos de Warhammer 40.000
…  y recordé a tanta gente montando ejércitos de Warhammer… Recordé tantas horas de mazos y de Magic. La esencia de la librería seguia allí. Depués de tantos años, después de tanta crisis. Aquellas paredes seguían impregnadas del frikismo de cientos de chicos que pasaban sus días pintando soldados, debatiendo sobre si la muerte de Gandalf, buscando los cómics de Dragón Ball que estaban entintados como los originales (al revés), que discutían si dejar D&D y internarse en el rol de CyberPunk o en Vampiro.
Allí dentro tuve una hermosa sensación de añoranza. Sin tristeza, sin amargura. Me dejé llevar y recordé el tacto de los cómics en mis dedos mientras buscaba el que me interesaba, el olor a tinta que te inundaba al entrar, la emoción de llevarte a casa algo nuevo. Las preguntas sobre el rol, las tardes de Cyberpunk con Garu. Y tantas cosas más.
Hable un rato con el librero, se quejó de la crisis, ¡cómo no! Pero ahí seguen, al piel del cañón. Tantos años después. Por supuesto no pude irme sin un recuerdito… pienso volver. Pienso volver a menudo. Pienso volver tanto que me haga un habitual.

Te propongo algo. Haz memoria de un lugar donde ibas de joven, de adolescente, un lugar que siga en pié. Ve, mejor si puede ser solo. Entra y déjate llevar por las sensaciones, por los recuerdos. Regresa a tu juventud y disfruta del regreso. Céntrate en lo bueno. Olvídate de si ya no es lo mismo, o que si antes te gustaba más. Céntrate en recordar las sensaciones que viviste allí, e intenta percibir si todavía queda algo de todo aquello. A veces dejarse llevar los recuerdos es una cosa bien hecha.