jueves, 27 de noviembre de 2014

Algo de luz para el caballero oscuro.

Siempre he tenido cierta repulsa al futbol. Esa pasión desmedida, esa euforia efímera, esas reglas de juego arbitrarias… y no me refiero a las normas dentro del campo, si no a las que rigen a los aficionados. Desde que los comentaristas se pasan el día comentando a cómo se paga en nosequé casa de apuestas que el próximo gol sea de Messi, se me revuelven las entrañas aun más. Sheldon Cooper descubrió un nuevo elemento superpesado, y nosotros un nuevo nivel de chabacanería.

Nunca me han gustado las apuestas. Además de peligrosas son ridículas. (¿no es dais cuenta de que SIEMPRE GANA LA BANCA?????) Por eso no apuesto. Ni a las canicas. En la idea de apuesta siempre hay implícito un riesgo incontrolable. Puedo apostar por mí, por un proyecto o por un amigo, pero no por algo sobre lo que yo no tengo capacidad de decisión. Es una forma fácil de perder dinero.

Como decía - si es que a veces me pierdo- no me gustan las apuestas, y no voy a apostar por qué series de 2.014 van a renovar el año que viene. Pero hay una que está llamando mi atención.

Batman es un personaje manido hasta la saciedad y aunque la última trilogía fuese decente (sí, sí, decente, no os paséis, The Dark Knight es un espectáculo, pero la primera es bastante lenta y la última bastante mala) la realidad es que el personaje está bastante roto. Adam West hizo su parte, después mi querido Tim Burton hizo una magnífica primera película a la que siguieron una serie de catastroficas desdichas con George Clooney (y su extraño traje tan criticado), Jim Carrey, Arnold Schas..., Artnolt Schawsche…. buenoooo… Google ayuda!! Arnold Schwarzenegger ok, gracias. 

Las pelis de batman se volvieron ridículas, absurdas, casi un chiste y la cuidad Gótica se volvió inverosímil, desmedida, excesiva, imposible.

Sin embargo y a las puertas del Superman vs Batman (ay! Madre mia, los pelos como escarpias!) una luz se ha abierto en el universo Batman. Gotham es una Buena serie.

¿Por qué me gusta Gotham?
Por el punto de partida. La serie comienza con el asesinato de los Wayne y el momento en el que Jim Gordon regresa a la ciudad como detective (por fin una serie de Batman con un tinte detectives). Siempre se ha afrontado la etapa de Bruce desde la muerte de sus padres hasta la aparición de Batman como un flashback, esta vez tenemos toda una serie para desmenuzar el proceso.
Por los personajes. Casi todos viejos conocidos y presentes en el imaginario colectivo, pero unos cuantos años más jóvenes. Gordon es un detective novel que quiere comerse el mundo imbuido de moral y rectitud, Selina (catwoman) es una niña huérfana que se mete en líos, y Bruce es un niño pasando un duelo complicado. Todo esto salpicado de muchos guiños de futuros enemigos que hacen apariciones esporádicas como Harvey Dent, Hiedra venenosa, Enigma y algunos otros
Por el Pingüino. El señor Oswald Cobblepot requiere un análisis aparte. Nunca fue mi villano favorito, sin embargo la serie está muy centrada en él. Hasta el punto de que no estoy seguro de si el protagonista el Gordon o nuestro amigo Oswald. Es un personaje enigmático, despreciado por sus compañeros criminales, subestimado por los capos de la "cosa Nostra" de Gotham. Un probare mensajero víctima de todos y sin opciones de ascender. Pero es un hombre de mente ágil, de labio vivo que no tiene miedo de encararse con nadie. Posiblemente porque no tiene nada que perder. Se ve metido en un lío de doble espionaje, trabajando para todos los señores del crimen de Gotham y para ninguno, y poco a poco haciendose un nombre y logrando chantajear a otros para que trabajen para él. Le perdonan la vida, y regresa de entre los muertos en el momento idóneo cual Gollum, para cumplir su destino, quemarse vivo y acabar siendo clave en la historia. Sin duda es el personaje más atrayente de la serie, con un actor sublime encarnando una triste historia. Cobblepot te da grima, luego asco, luego pena, luego te repele, luego sientes cierta ternura... parece un personaje de Almodovar.

Los actores. El nivel es alto, pero diría que Jada Pinkett Smith está fantástica en su papel de villana de segunda, una señora del crimen que vive bajo el control de un capo, al que odio y contra el que dispone complicado tablero para derrocarle. Y luego está el genial Robin Lord Taylor haciendo de el Pingüino del que ya he hablado antes.
Gotham. La ciudad gótica es lo que tiene que ser, una ciudad gótica pero actual, posible, realista, no esa maqueta gigante imposible de las batpelis más cutres. Gotham es una mezcla entre Nueva York y Londres, con sus nieblas, sus rascaciones, su smog y sus tiroteos. Encuadres llenos de luz, de colores, exteriores bien escogidos o recreados, nos dejan ver una Gotham grande y compleja, con diferentes suburbios y una trama política por hacerse con el control de los diferentes barios.
Las luces y los colores, el acabado final. Cada vez las series dan más importancia al acabo final. En True Detective podemos ver un producto perfectamente producido. En este caso destaca el juego de las sombras, muchas escenas son sombrías, con atmósferas azuladas o verdosas. Escenas realmente hermosas, con luces indirectas, colores sepia y lluvia. Una fotografía digna de una película hollywoodiense.
La trama. Un complicado nudo de jefes mafiosos y un Cobblepot que intenta escalar posiciones a cualquier cosa; Gordon metido el lios por no aceptar
sobornos e ir encontra de la corrución generalizada y un misterio de base: el asesinato de los Wayne ¿casualidad o acto deliberado por las mafias para ganar poder? En general la serie tiene un buen tono, acción, buenos diálogos, pero en cuanto Oswald aparece en pantalla te quedas hipnotizado.
El pingüino es la clave. De todos los enemigos de Batman es posiblemente el que menos me gustaba. Pero eso ha cambiado. Cuando Oswald Cobblepot aparece en escena es momento de no pestañear. Todo lo que dice por esa pequeña boca desagradable es puro oro, cada gesto, cada frase, cada intención.

En cualquier caso no pondría la mano por decir si tendremos una segunda temporada, espero que sí, pero tal como están las cosas y especialmente siendo una serie de FOX (recuerdas el escándalo con FireFly), ya no me atrevo a decir nada.


Gotham es una batserie bien hecha. Deja en ridículo al otro superheroe que ha reaparecido en nuestras pantallas, Flash, y también está muy por encima de Arrow en calidad. Otra cosa es que pueda resultar más aburrida o tener demasiadas aspiraciones. Si te gusta el universo Batman, te gustará. 




Ya sabes, siempre a la misma bat-hora en el mismo bat-canal.

martes, 25 de noviembre de 2014

Aunque el frio queme, aunque el miedo muerda.

Haz de tus sueños algo concreto.

Muchas veces hablamos de “los sueños” como de algo idílico e inalcanzable. -Esas metas imposibles que nos ponemos.- Los sueños son locuras permanentes en nuestras mentes que ni siquiera tratamos ya de alcanzar, porque son eso, SUEÑOS. Así el día de hoy termina, y mañana comienza otro igual (tal vez peor, tal vez mañana sea lunes), y ese sueño sigue igual de lejos.

Hace tiempo investigué bastante sobre el sistema GTD, Getting things done. Si tienes una agenda cargada y un problema de gestión del tiempo, te recomiendo el blog ThickWasabi y por supuesto la guía rápida y los libros de David Allen. Muchas cosas interesantes en este sistema que nunca he terminado de implantar. Una de las cosas que David Allen propone es plantearte los proyectos como una serie de acciones concretas, de “cosas que hay que hacer”. Pequeños pasos hacia el objetivo final. Centrarse primero en el objetivo y luego hacer la pregunta clave ¿Cuál es la siguiente acción para que el proyecto avance? Al final todo se reduce a eso, acciones sencillas, unitarias, concretas que llevan poco tiempo. Para avanzar en el libro que coordinas necesitas mandar un email a los colaboradores para motivarles y pedirles celeridad... 3 minutos; para planear las vacaciones del año que viene lo primero será saber cuándo las vas a tener, para eso necesitas un calendario laboral y pedirle a tu jefe las posibles fechas... otro email y otros 3 minutos. Cualquier proyecto puede dividirse en un montón de tareas concretas, cortas, simples, la clave para avanzar es tener definida siempre la "próxima acción".

Piensa en un proyecto que tienes en marcha, por ejemplo buscar un buen regalo de navidad para tu prima. Si planteas eso como un proyecto el objetivo podría ser: comprar un regalo que le guste a un precio determinado. Ok, perfecto. Ya tenemos proyecto y objetivo. ¿Qué podemos hacer? Navegar sin rumbo por Internet esperando que Google nos sorprenda, googlea “regalo guay para prima por 50 euros” no creo que te ayude mucho. Ir a un centro comercial y vagar sin rumbo entre expositores, subiendo, bajando, perdiendo un valioso tiempo que podrías invertir en ir a ver Interestelar del señor Nolan, o cualquier otra cosa te guste y te apetezca… Pregúntante ¿Cuál es el siguiente paso para que el proyecto avance? ¿Cuál es la acción que debo llevar a cabo para estar más cerca de mi objetivo?... ¿qué te parece “Descubrir qué le gusta a tu prima”? Pues a lo mejor, en vez de esperar a la casualidad, o dejar que el tiempo pase y el tema empiece a pesar en tu cabeza y a ocupar espacio es mejor entrar en su cuenta de Facebook o twiter, echar un vistazo y apuntar en un papel “cosas que le gustan a mi prima”: los perros, los viajes, los zapatos, los iPhones, Podemos, sus hijos, los spa, el cine de aventuras, la fotografía, la música… yoqueséquequéseyo. Seguro que en 10 minutos encuentras mogollón de cosas. Puedes comprarle un collar genial para su perro, una guía de los mejores viajes de menos de 3 días, una miniatura de unos Manolo Blanic, una carcasa guay para proteger su iPhone, una foto firmada de Pablo Iglesias, una foto en un marco de sus hijos el día que fuisteis a la playa, un pase para una sesión de spa, un bono para ir al cine con su marido, un curso de 10 horas de fotografía, el último disco de Pink Floyd…. Ya ves, un montón de ideas de regalos con una gracia, o al menos que se acercan a su gusto. ¿cómo lo haces? Simplemente planteándote la próxima acción que te acerque a la consecución de un objetivo que puede parecerse lejano, difícil, o que esté poco definido.

Walt Disney dijo: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana.” Y yo añado: “y si no lo es, cámbialo”.

Con los sueños ocurre esto. No son objetivos, y no planificamos sobre ellos. Si lo hiciésemos, si actuásemos pensando cuál es la acción que puedo llevar a cabo que me acerca a donde quiero llegar, tal vez viviríamos más emocionados por lo que el futuro puede ofrecernos, más motivados y más alegres. Nos centraríamos en los pasos dados y solo veríamos el paso siguiente, en vez de agobiarnos por un objetivo, una tarea tan grande que parece imposible. Por supuesto no estoy diciendo que podamos con todo lo que nos propongamos, o que no debemos tener sueños, pero estoy seguro de que podemos
llegar más lejos de lo que pensamos si solo nos centramos en cuál es el siguiente paso que me permitirá estar más cerca de mi objetivo.

Hay espacio para los sueños. Yo tengo uno que a lo mejor compartes, ser una megaestrella del rock. Tengo 31 años y después de muchos conciertos, muchas horas de escenario, después de cantar afónico, de tener lesiones en las muñecas por culpa de las baquetas, después de que me hayan dolido los dedos por las cuerdas de la guitarra… después de tocar en un local vacío, en otro al aire libre, en un camping, y ante mil personas, sé que no lo voy a lograr. El siguiente paso hacia el éxito es tan costoso que no lo voy a dar, además no hay garantía. Eso se quedará en mi propio espacio onírico. Pero hay muchas otras cosas que si puedo lograr.

Tener sueños es una cosa bien hecha, pero… ¿quieres conseguirlos? Pregúntate cuál es la próxima acción concreta que puedes hacer.