El 6 de Enero de 1.854 nació un hombre importante. Uno de esos iconos de la narrativa que nunca envejece, tal vez porque no le dejamos. Su legado es tan grande que es muy difícil de seguir, ya que marcó la pauta para todos los investigadores que le siguieron.
Un personaje altivo, brusco, terco, carente de empatía, misógino, aficionado a la cocaína y al engaño y que ha conseguido hacerse un hueco en el imaginario colectivo. Lo aguantamos solo porque su capacidad deductiva nos deja sin habla. Watson vive admirado de sus capacidades y por eso soporta sus maltratos y sus engaños, y el resto de la civilización aguanta sus envites porque es capaz de resolver casos imposibles.
Sir Arthur Conan Doyle difícilmente pudo imaginarse la repercusión de Sherlock Holmes cuando empezó a desarrollar el personaje. Hoy es un icono universal de la inteligencia y del arte de la deducción. Se han hecho más de treinta películas sobre él, ha aparecido en obras de teatro, en series de televisión, series de dibujos animados (Ja, je, ji, jo, ju!), en cómics (Batman adopta muchas de sus características y el propio Sherlock aparece con el hombre murciélago en Detective Comics 572, agosto de 1980), y por supuesto en todos los museos de cera del mundo.
Nota para curiosos
La mítica serie de dibujos animados está realizada por el mangaka Hayao Miyazaki. ¡Menuda sorpresa! Los otakus del lugar saben perfectamente de quién hablo, pero para los que no… el señor Miyazaki es uno de los directores de películas anime más importantes y de más éxito del mundo, es el director de El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke o la impresionante El castillo ambulante. Si no lo conoces ya estás tardando.
Holmes es uno de esos personajes cuyo camino hemos recorrido mil veces, trillado, sangrado y aburrido, porque cada cierto tiempo aparece un oleaje cargado de nuevas o viejas aventuras. En los últimos años el personaje se ha reencarnado en varias ocasiones:
House MD. Sí, House no es más que un Sherlock que cambia los criminales por las enfermedades, y la cocaína por la Vicodina. Bueno, también cambia a Watson por Wilson. Pero fundamentalmente son el mismo personaje.
Las películas de Guy Ritchie con Robert Downey Jr. Entretenidas, bien hechas, y con un Holmes a la medida de Downey. Pero nada más.
La serie Elementary de la CBS en la que Sherlock vive en Nueva York y en la que a Watson le han puesto la cara de Lucy Liu y ahora es la Doctora Joan Watson. Lo siento, pero el planteamiento no me llama nada, ni la he visto ni tengo intención de hacerlo.
Y Sherlock, la serie producida por la BBC.
Como siempre que se reinterpreta un personaje lo que mejor resultado da es acudir a los orígenes, y eso es lo que los productores de la BBC han hecho y además de una forma convincente.
La serie se sustenta fundamentalmente en sus personajes. Tenemos un Sherlock complejo, interpretado por un magnífico Benedict Cumberbatch. Tiene todos los ingredientes del original. Dedica su tiempo a cualquier caso que cae en sus manos, tiene la necesidad de enfrentarse a desafíos intelectuales y cuando carece de ellos termina acudiendo a algún tipo de droga. Es arrogante, mentiroso, desordenado, carece de empatía y siempre es muy irritante. A veces sus casos son de lo más ordinario y otras se enfrenta a un entramado criminal capaz de acabar con Inglaterra.
El Doctor Watson (Martin Freeman, mi hobbit favorito) es un hombre inteligente, serio, fiel y formal que vive impresionado por las capacidades de su compañero. Esta impresión le permite soportarlo. Al fin y al cabo Watson parece el único amigo que tiene y la única persona a la que respeta. Watson escribe un blog con sus aventuras que es todo un éxito y, por supuesto, puedes visitarlo http://www.johnwatsonblog.co.uk. Está muy trabajado, incluye metraje extra, informativos que hablan sombre los dos detectives, etc. ¡Parece que pretenden hacer un Sherlockverso!
Los secundarios son magníficos. Van apareciendo poco a poco, desde Mycroft Holmes, el hermano mayor; hasta el archienemigo, un Profesor James Moriarty sublime, magistral, capaz de superar la caricatura del "ja, je, ji, jo, ju" que todos tenemos en la mente. Moriarty es brillante, el Napoleón del crimen llena la pantalla y te mantiene en suspense con cada frase. Los demás personajes de siempre también aparecen, la dueña del apartamento, el soplón Wiggings, los enlaces con Scotland Yard, etc.
Acostumbrado a las series americanas, esta supone un soplo de aire fresco, un cambio de tempos, una narrativa diferente. Una realización muy cuidada, que en ocasiones nos permite ver cómo el protagonista observa el mundo. La escena se detiene y de todos los objetos y personas surgen etiquetas cual realidad aumentada, y el detective hace su magia con toda la información que es capaz de captar con una sola mirada. Estas escenas en slow motion son preciosas. Realmente vale la pena ver cada episodio en alta definición.
Y todo ello aderezado con una fantástica banda sonora, muy British, como cabía esperar.
No os quiero despejar todas las dudas, más bien todo lo contrario. Sherlock es una serie digna de ver, con acción, algo de drama, personajes profundos y complejos, grandes momentos, grandes engaños, una fotografía muy cuidada, muy buenos efectos especiales y dos personajes con mucha química capaces de engancharte (bueno, tres… creo que aquí está el mejor Profesor James Moriarty que ve visto…)
Sherlock tiene tres temporadas de tres episodios cada una, y cada episodio dura noventa minutos, y sin duda es una serie muy bien hecha.
Por supuesto no puedo dejar de recomendar acudir al origen del personaje. Si te gusta leer busca El sabueso de los Baskerville, o Estudio en escarlata. Te aseguro que son una lectura que vale la pena.
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