martes, 25 de noviembre de 2014

Aunque el frio queme, aunque el miedo muerda.

Haz de tus sueños algo concreto.

Muchas veces hablamos de “los sueños” como de algo idílico e inalcanzable. -Esas metas imposibles que nos ponemos.- Los sueños son locuras permanentes en nuestras mentes que ni siquiera tratamos ya de alcanzar, porque son eso, SUEÑOS. Así el día de hoy termina, y mañana comienza otro igual (tal vez peor, tal vez mañana sea lunes), y ese sueño sigue igual de lejos.

Hace tiempo investigué bastante sobre el sistema GTD, Getting things done. Si tienes una agenda cargada y un problema de gestión del tiempo, te recomiendo el blog ThickWasabi y por supuesto la guía rápida y los libros de David Allen. Muchas cosas interesantes en este sistema que nunca he terminado de implantar. Una de las cosas que David Allen propone es plantearte los proyectos como una serie de acciones concretas, de “cosas que hay que hacer”. Pequeños pasos hacia el objetivo final. Centrarse primero en el objetivo y luego hacer la pregunta clave ¿Cuál es la siguiente acción para que el proyecto avance? Al final todo se reduce a eso, acciones sencillas, unitarias, concretas que llevan poco tiempo. Para avanzar en el libro que coordinas necesitas mandar un email a los colaboradores para motivarles y pedirles celeridad... 3 minutos; para planear las vacaciones del año que viene lo primero será saber cuándo las vas a tener, para eso necesitas un calendario laboral y pedirle a tu jefe las posibles fechas... otro email y otros 3 minutos. Cualquier proyecto puede dividirse en un montón de tareas concretas, cortas, simples, la clave para avanzar es tener definida siempre la "próxima acción".

Piensa en un proyecto que tienes en marcha, por ejemplo buscar un buen regalo de navidad para tu prima. Si planteas eso como un proyecto el objetivo podría ser: comprar un regalo que le guste a un precio determinado. Ok, perfecto. Ya tenemos proyecto y objetivo. ¿Qué podemos hacer? Navegar sin rumbo por Internet esperando que Google nos sorprenda, googlea “regalo guay para prima por 50 euros” no creo que te ayude mucho. Ir a un centro comercial y vagar sin rumbo entre expositores, subiendo, bajando, perdiendo un valioso tiempo que podrías invertir en ir a ver Interestelar del señor Nolan, o cualquier otra cosa te guste y te apetezca… Pregúntante ¿Cuál es el siguiente paso para que el proyecto avance? ¿Cuál es la acción que debo llevar a cabo para estar más cerca de mi objetivo?... ¿qué te parece “Descubrir qué le gusta a tu prima”? Pues a lo mejor, en vez de esperar a la casualidad, o dejar que el tiempo pase y el tema empiece a pesar en tu cabeza y a ocupar espacio es mejor entrar en su cuenta de Facebook o twiter, echar un vistazo y apuntar en un papel “cosas que le gustan a mi prima”: los perros, los viajes, los zapatos, los iPhones, Podemos, sus hijos, los spa, el cine de aventuras, la fotografía, la música… yoqueséquequéseyo. Seguro que en 10 minutos encuentras mogollón de cosas. Puedes comprarle un collar genial para su perro, una guía de los mejores viajes de menos de 3 días, una miniatura de unos Manolo Blanic, una carcasa guay para proteger su iPhone, una foto firmada de Pablo Iglesias, una foto en un marco de sus hijos el día que fuisteis a la playa, un pase para una sesión de spa, un bono para ir al cine con su marido, un curso de 10 horas de fotografía, el último disco de Pink Floyd…. Ya ves, un montón de ideas de regalos con una gracia, o al menos que se acercan a su gusto. ¿cómo lo haces? Simplemente planteándote la próxima acción que te acerque a la consecución de un objetivo que puede parecerse lejano, difícil, o que esté poco definido.

Walt Disney dijo: “Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana.” Y yo añado: “y si no lo es, cámbialo”.

Con los sueños ocurre esto. No son objetivos, y no planificamos sobre ellos. Si lo hiciésemos, si actuásemos pensando cuál es la acción que puedo llevar a cabo que me acerca a donde quiero llegar, tal vez viviríamos más emocionados por lo que el futuro puede ofrecernos, más motivados y más alegres. Nos centraríamos en los pasos dados y solo veríamos el paso siguiente, en vez de agobiarnos por un objetivo, una tarea tan grande que parece imposible. Por supuesto no estoy diciendo que podamos con todo lo que nos propongamos, o que no debemos tener sueños, pero estoy seguro de que podemos
llegar más lejos de lo que pensamos si solo nos centramos en cuál es el siguiente paso que me permitirá estar más cerca de mi objetivo.

Hay espacio para los sueños. Yo tengo uno que a lo mejor compartes, ser una megaestrella del rock. Tengo 31 años y después de muchos conciertos, muchas horas de escenario, después de cantar afónico, de tener lesiones en las muñecas por culpa de las baquetas, después de que me hayan dolido los dedos por las cuerdas de la guitarra… después de tocar en un local vacío, en otro al aire libre, en un camping, y ante mil personas, sé que no lo voy a lograr. El siguiente paso hacia el éxito es tan costoso que no lo voy a dar, además no hay garantía. Eso se quedará en mi propio espacio onírico. Pero hay muchas otras cosas que si puedo lograr.

Tener sueños es una cosa bien hecha, pero… ¿quieres conseguirlos? Pregúntate cuál es la próxima acción concreta que puedes hacer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario