Un hombrecillo no puede volar por el espacio solo con una camisa con alas.
Los cuentos. Pequeñas ventanas hacia la mente de los niños que nos permiten ver un momento con sus ojos.
Relatos cortos y coloridos que nos hacen sentirnos pequeños de nuevo. Me hacen darme cuenta de que veo el mundo a través de un cristal que yo mismo he construido, con unos prejuicios, con unas ideas preconcebidas. Pero los niños pueden ver más allá de ese cristal.
Cuantos más cuentos leo más me apasionan.
Tengo dos cuentos favoritos. El primero es La aventuraformidable del hombrecillo indomable, de Hanx Traxler, editado por Anaya. Una
oda al surrealismo con forma de cuento infantil. Un libro corto, en verso y con
unas fantásticas ilustraciones. Mágicas aventuras y geniales imágenes mentales
pueblan sus hojas, como la de un hombre transportado de un país a otro por una
bandada de gallinas que tienen que hacer un alto en el camino. Se nota que es un cuento clásico, las ilustraciones
parecen hechas a lápiz y pintadas con más lápices de colores. Y eso le da un toque vintage. Me lo sé de memoria. De cabo a rabo. Y lo recito cual
Canción del Pirata de José de Espronceda en cuanto tengo ocasión. La gente me
mira… porque como buen poema surrealista sin las ilustraciones no tiene ningún
sentido. Aunque.. ahora que lo pienso... con las ilustraciones tampoco lo tiene. Pero
me da igual. Ningún libro del mundo nos presenta un viaje más loco y rápido y
tiene tantas aventuras en menos palabras. El protagonista recorre por lo menos
desde China hasta Europa, y termina en la luna. Sin escafandra ni traje de
astronauta ni nada. En los cuentos esas cosas no hacen falta. Lo estropearían. Los
mayores necesitamos que todo tenga coherencia –Ah! El hombrecillo no puede
volar por el espacio solo con una camisa con alas. –Y eso quién lo dijo? Un
tipo muy aburrido, seguro. Pues este hombrecillo valiente, sin pena, gloria ni
nombre, sí que puede. Es más, lo hace cada noche, cuando le recito el cuento a mi
hijo.
El otro cuento es “Moncho e a mancha” de Kiko Dasilva (en el link os dejo su Blog), editado por Kalandraka. A mí me gusta más en gallego aunque también está editado en castellano. Es un libro
encantador que aproxima a los niños al mundo del arte (niños y no tan niños) y les anima a acercase a
sin prejuicios, sin límites, dejando volar su imaginación. Moncho pintaba todo
lo que se ponía a su paso, la cama, el mantel… un día hasta pintó a su abuelo! -Pero cómo que pintó a su abuelo? - Pues pintándolo! es un cuento infantil, Moncho puede pintar en cualquier sitio. Ay! Siempre el mayor con sus paranoias. -En
una ocasión, después de estar dedicado a su arte, descubrió una preciosa mancha
negra sobre un papel blanco. Entonces Moncho decide ir a buscar qué representa
esa mancha, pero nadie se atreve a resolver el misterio hasta el final.
La edición en gallego viene con las tapas duras, a todo
color y con unas imágenes preciosas. Os dejo algún ejemplo. Las ilustraciones
están hechas como una escultura cerámica y de cemento policromado. Se percibe
la tridimensionalidad y esto de la un toque de realismo. Ya os digo que yo no
soy un gran conocerdor de los cuentos infantiles, pero esta técnica me parece
preciosa.
Sin embargo, y sin desmerecer la parte artística que es
sublime, lo que más me gusta del cuento es que resulta inspirador. Inspira ver
como una simple mancha en una hoja de papel lleva a Moncho a investigar sobre
su propia obra, en realidad escava en su propio interior y de esa forma invita a los niños a hacer lo mismo. Investigar,
soñar, viajar, descubrirse a uno mismo. Al final el viaje de Moncho es un viaje
de autoconocimiento, de autoafirmación, un viaje que todas las personas deben
hacer. Mejor hacerlo con libertad, como un divertimento, tal cual lo hace
Moncho, que cargados de complejos
y de prejuicios contra nosotros mismos que es como terminamos haciéndolo. Puede que sea el viaje interno, de alguna manera hacia la madurez, aunque Moncho siga siendo un niño, menos traumático que he visto, leído, escuchado o vivido alguna vez. Al final Moncho no cede, simplemente descubre quién es y ese descubrimiento cambiará el resto de su vida.
La aventura formidable del hombrecillo indomable y Moncho e
a mancha son cosas bien hechas. Estoy seguro de que en este mundo de cuentos
que estoy a punto de descubrir encontraré muchos más.
PD1. Hans Traxler es un ilustrador alemán que nació en 1929.
Escribió varios libros infantiles, pero el de más trascendencia es La aventura
formidable del hombrecillo indomable.
PD2. Kiko Dasilva, nació en 1979 y se licenció en Bellas
Artes. En este libro nos acerca al trasfondo del arte modermo de una forma
sencilla, pero convincente, clara, concisa. Es un humorista gráfico gallego
director y creador de revistas de “banda deseñada” como Retranca y BdBanda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario